El traje de flamenca es la indumentaria que utilizan las bailadoras de flamenco durante sus representaciones.
El traje flamenco es el elemento más característico y vistoso del flamenco. Se trata de un vestido largo y entallado que llega hasta el tobillo y se adorna con varios volantes que se colocan tanto en la falda como en las mangas. Se confecciona en alegres colores tanto en diseños lisos como estampados, siendo los más típicos los trajes de lunares. El traje se lleva tradicionalmente con el pelo recogido en un moño y se complementa con un mantón que se apoya sobre los hombros.
El traje inicialmente utilizado por las mujeres de etnia gitana se ha popularizado como traje típico andaluz y es el empleado para acudir a las ferias que se celebran en muchas localidades de Andalucía y, particularmente, en la Feria de Abril de Sevilla, donde su vestido se considera imprescindible y es masivamente utilizado, componiendo una estampa típica en la que, literalmente, miles de trajes de flamenca pueden ser vistos en las calles del Real de la Feria, nombre con el que se conoce el recinto en el que se celebra la Feria.
El traje de flamenca no se ha mantenido invariable a lo largo del tiempo, sino que ha experimentado modificaciones según la moda de cada época, y aún de cada año. Así, en los años 60 y 70 del pasado siglo, impulsados por el auge económico en España, sus dimensiones se acortaron hasta la media pierna o la rodilla. A partir de los años 70, el traje vuelve a su largura tradicional cubriendo la pierna hasta los tobillos.
En la actualidad, existe gran variedad de diseños de traje de flamenca desarrollados tanto para mujeres como para niñas. Así, se confeccionan en colores diversos, ya sean lisos o estampados, con mangas cortas o largas o más o menos recargados de volantes.